¿Cuál es la mejor posición para dormir?

El sueño es obviamente esencial para estar en forma y tener buena salud. A veces nuestra posición para dormir no nos permite beneficiarnos de un sueño de calidad. Dormir bien es aún más importante para los deportistas y practicantes de fitness porque necesitan una buena recuperación para encadenar esfuerzos y desarrollar su masa muscular. Dormir bien también es esencial para las personas que desean perder peso. Sin pensarlo necesariamente, tomamos una posición para dormir, y cada uno tiene su favorito. Cada una de estas posiciones tiene sus ventajas y desventajas. Si no es fácil cambiar de hábitos, existen, de todos modos, algunos consejos para mejorar tu posición al dormir.

Los pros y los contras de las diferentes posiciones para dormir

Según los expertos en sueño y los médicos, la mayoría de los trastornos del sueño (insomnio, patrones de sueño irregulares, despertares difíciles, etc.) están causados ​​principalmente por nuestra posición para dormir. Entonces, si te despiertas con dolor en la espalda o el cuello, tu posición no es la adecuada y te conviene cambiarla.

Evidentemente, también es necesario invertir en un colchón de calidad, adaptado a tu peso y a tus preferencias, así como en una almohada, que soporte suficientemente tu cuello, sin que éste quede demasiado elevado. Si es posible, elija un colchón y una almohada de espuma viscoelástica.

Sin embargo, incluso si su colchón y almohada son de muy buena calidad, es posible que tenga una mala posición natural para dormir. Por lo tanto, debe estudiar todas las posiciones posibles para encontrar la que más le convenga y le permita dormir lo más tranquilo posible. Si no puedes cambiar, siempre puedes mejorar tu posición con algunos trucos.

Estas son las ventajas y desventajas de las posiciones para dormir más comunes:

Sobre la espalda

Los médicos del sueño recomiendan esta posición porque permite que la espalda y la columna descansen. También ayuda a calmar los dolores de estómago y la rigidez en el cuello. Sin embargo, parece que solo el 8% de los que duermen prefieren dormir boca arriba.

Hay variaciones de esta posición: o bien los brazos a lo largo del cuerpo, recomendado por los especialistas, porque permite el descanso de todo el cuerpo, o bien los brazos colocados debajo de la almohada, la cabeza, o cerca de la almohada. Esta posición no es recomendable, porque al final de la noche te despertarás rígido y tus hombros estarán cansados ​​de haber tenido que mantener esta posición durante toda la noche.

También ten en cuenta que si sabes que eres un roncador, evita esta posición, porque favorece los ronquidos por la posición de la cabeza y la entrada de aire.

Para garantizar la máxima comodidad, debe tener una almohada que ofrezca el soporte suficiente sin levantar demasiado el cuello.

Al lado

Esta posición suele confundirse con la posición fetal, posición a la que volveremos más adelante. Es bastante natural apoyarse en el hombro para dormir, a menudo, muchas personas tienen la impresión de aliviar el dolor de espalda y cuello al adoptar esta posición, lo que no es necesariamente cierto.

Esta posición también se recomienda a menudo para mujeres embarazadas, para que su circulación sanguínea no se vea afectada. Si roncas o sufres de reflujo gástrico, esta posición también está hecha para ti.

Sin embargo, es recomendable no dormir solo de lado, ya que tus hombros y caderas pueden sufrir la presión, especialmente si tu colchón no es el adecuado.

De hecho, con esta posición hay que tener mucho cuidado con la posición de la pelvis. Si ambas rodillas tocan el colchón, significa que la pelvis no está perpendicular al colchón, lo que puede causar tensión en la columna. Por lo tanto, es mejor si sus rodillas están una encima de la otra porque esto le permite tener una pelvis recta, aunque esta posición pueda parecerle más incómoda. Un cojín para las rodillas le permite tener una pelvis recta mientras brinda una comodidad óptima.

Algunos especialistas también creen que esta posición también puede ser dañina para los senos de las mujeres, que pueden terminar caídos con el tiempo. Si tienes los senos grandes y duermes de lado, es mejor optar por pijamas que sostengan tus senos.

en posición fetal

Esta es una de las posiciones más naturales en el ser humano, ya que incluso antes de nacer, así es como nos colocamos naturalmente en el vientre de nuestra madre. Esta es también la posición más común, con el 41% de los durmientes adoptando esta posición.

Sin embargo, una posición fetal pronunciada, donde las rodillas están completamente contra el pecho y la cabeza baja, según los especialistas, no es adecuada para un buen sueño. De hecho, esta posición dificulta la respiración debido a la posición de la pelvis que no permite que el aire pase correctamente. Bajar la cabeza mientras duerme también podría promover el desarrollo de artritis en la columna cervical.

Sin embargo, tenga en cuenta que una almohada de espuma viscoelástica de buena calidad brindará soporte para el cuello y llenará el espacio entre los hombros y el cuello. Una almohada para las rodillas, al igual que la posición lateral, podría mejorar la posición de la pelvis y mejorar la comodidad.

En la ventana

Esta es la posición menos común, con un 7% de los durmientes que la adoptan. Con el brazo colocado debajo de la cabeza o sobre la almohada y la cabeza girada hacia la derecha o hacia la izquierda, esta posición suele ser aclamada por quienes la adoptan, sin embargo, los especialistas la desaconsejan y pocos durmientes la apoyan.

Cuando estás boca abajo, tu columna ciertamente está en reposo, pero ya no sostiene ningún músculo y todo el peso de tu cuerpo se apoya en tus articulaciones y tus órganos. Incluso con un colchón y una almohada viscoelástica, permanecer en esta posición durante mucho tiempo puede provocar rigidez en el cuello y la espalda. Además, si tiendes a rechinar los dientes mientras duermes, esta posición puede acentuar este hábito.

Esta posición también acentúa el hueco de la pelvis y de las costillas, lo que provoca demasiada presión sobre los discos vertebrales, sobre las lumbares y sobre el sacro. Esta presión puede conducir a dolores a veces irreversibles en la espalda y la zona lumbar, que pueden llegar, en el mejor de los casos, a sesiones de rehabilitación con un osteópata y, en el peor de los casos, a una operación de reparación.

Si sufres de apnea del sueño, definitivamente debes evitar esta posición, porque cuando duermes boca abajo, se ejerce presión sobre la caja torácica, lo que dificulta aún más la respiración. Los músculos utilizados para tragar también están bajo la presión de su cuerpo, lo que promueve los ronquidos y dificulta que su ciclo de sueño funcione correctamente. A largo plazo, también puede promover la instalación de la artrosis en su cuerpo.

Como ya se explicó anteriormente, colocar el brazo en alto tampoco es beneficioso; tus músculos deben continuar trabajando y estar en tensión mientras duermes. Parte de su flujo de sangre debe dirigirse a su hombro, lo que con el tiempo puede causar dolores de cabeza al despertar, así como rigidez y falta de sueño de recuperación.

Si esta posición es la que tu cuerpo adopta naturalmente durante el sueño, lo mejor es utilizar algunos trucos para reducir los riesgos de esta posición. Prefiere un colchón duro primero, porque un colchón suave acentuará aún más el arco de tu espalda. Si lo apoya, no use una almohada, de lo contrario, use una almohada delgada, que no le levante el cuello. Para compensar el hundimiento de la columna, también es posible colocar un cojín, no demasiado grueso, debajo de la pelvis.

En conclusión, parecería que la mejor posición para dormir es boca arriba. La posición lateral es aceptable, pero las posiciones fetal y prono no son óptimas. Si tienes problemas para dormir, una mala posición puede tener un impacto negativo en tu salud y empeorar tus problemas.

Sin embargo, si no padeces trastornos específicos, cada posición, si no se adopta sistemáticamente, no te causará mayores problemas.

Además, recuerda que durante nuestro sueño cambiamos de posición una media de quince veces, por lo que es posible quedarnos dormidos boca arriba y despertarnos de lado o viceversa. Sin embargo, si sabes que tienes problemas con el sueño, lo mejor es que te entrenes para adoptar una mejor posición. Procura también acostumbrarte a dormir con una almohada más o menos gruesa según tu posición, y con una almohada debajo de las piernas o de la pelvis.

Si sufres de insomnio, sonambulismo, sueño irregular o incluso dolor al despertar, no dudes en consultar a un especialista, quien podrá aconsejarte sobre las posturas a adoptar para tener una buena recuperación.

Por último, si puedes, invierte en un colchón y una almohada viscoelásticos, que se adaptarán a tu morfología y a tu posición natural para dormir.