Rigidez después de hacer deporte, ¿una buena señal?

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Para algunas personas, las agujetas son una forma de medir la eficacia de un esfuerzo físico sobre el organismo. ¿Hemos sudado “para nada” cuando no sentimos dolor al día siguiente de una sesión deportiva? ¿Tener agujetas después de hacer deporte es una buena señal o no? Intentemos responder a esta espinosa pregunta…

Un día como cualquier otro (o no)

El día después de tu sesión de entrenamiento deportivo, de repente te das cuenta de algo anormal: ¡no sientes ningún dolor! Y eso a pesar de las anillas y los litros de sudor que perdiste el día anterior. No sabes si la ausencia de agujetas después de hacer deporte es una buena o una mala señal. ¿Fue una sesión deportiva bien ejecutada o no lo suficientemente intensa? El miedo a un entrenamiento insuficiente es perfectamente legítimo. Que no cunda el pánico, lo investigaremos por ti.

¿Qué son las agujetas?

En primer lugar, es importante saber qué es un músculo. Un músculo es un conjunto de células musculares alargadas (o fibras musculares) que están unidas al esqueleto. Al contraerse durante el ejercicio, las fibras musculares se acortan para liberar fuerza. La rigidez está causada por traumatismos y microlesiones musculares que se producen en los músculos y la membrana muscular cuando las células se contraen con demasiada intensidad.

¿No tienes agujetas? Que no cunda el pánico.

A riesgo de decepcionar a algunos, las agujetas no son en absoluto un signo de éxito de una sesión deportiva. Se deben más bien a un trabajo muscular inhabitual. Es decir, bien al aumento de intensidad de una sesión, bien a la reanudación de una actividad deportiva tras una pausa. En otras palabras, cuando te agachas para subir las escaleras al día siguiente del “día de las piernas”, significa simplemente que has trabajado los muslos de forma diferente a tus sesiones habituales. Tal vez hayas bajado demasiado en las sentadillas, tal vez hayas cargado demasiado la barra, tal vez hayas separado demasiado las piernas, o tal vez hayas probado algunos ejercicios nuevos, quién sabe… En cualquier caso, no es necesariamente porque tu sesión haya sido especialmente eficaz. Mucha gente se frustra cuando no siente ningún dolor. Pero no es tan fácil saber si el dolor es una buena señal o no.

Otra historia de la genética

Porque no hay que olvidar que no todos somos iguales ante este fenómeno: todo depende del organismo de cada persona. Algunas personas apenas tienen agujetas. En general, un entrenamiento regular reduce la frecuencia de las agujetas. Pero cuanto más flexible seas, menos agujetas tendrás, y viceversa. Si algunas personas piensan que esto es un signo de buen entrenamiento, puede ser porque no están acostumbradas a tenerlas. Lo que es seguro es que sentirlas sistemáticamente después de una sesión es anormal. Cuando los músculos están doloridos al día siguiente, puede significar que los movimientos no se hicieron correctamente. Por lo tanto, las agujetas deben seguir siendo ocasionales para que el cuerpo tenga tiempo de curarse y los músculos de reconstruirse.

Nuestros consejos para limitar las agujetas

Una cosa está clara: las agujetas no son agradables, sobre todo en las piernas. Sólo por eso, es mejor evitar las agujetas con demasiada frecuencia. Aquí tienes algunos consejos para limitarlas:

Hidrátate regularmente

Para limpiar los “residuos” del organismo, conviene beber agua con regularidad. Es especialmente importante beber sin esperar a tener sed. Por ello, le recomendamos que tenga siempre a mano una botella de agua.

Tómatelo con calma

No empieces a hacer ejercicios demasiado difíciles y pesados o demasiado intensos. Aumente la dificultad gradualmente. Escuche siempre a su cuerpo.

Haz ejercicio con regularidad y calienta

Cuanto más regularmente haga ejercicio, más se acostumbrará su cuerpo y menos dolores y molestias experimentará. Para preparar el cuerpo para el esfuerzo, también es importante calentar 15 minutos antes de cada sesión.

Masajes

Los masajes son excelentes para tratar las agujetas. Recurrir a un masajista profesional puede resultar bastante caro. Es posible automasajearse con un rodillo de automasaje o una pistola de masaje después de cada sesión para facilitar la recuperación.

Electroestimulación

La electroestimulación ayuda a recuperarse eficazmente y reduce significativamente el riesgo de agujetas y lesiones musculares. Es aconsejable utilizar un electroestimulador TENS de baja frecuencia para relajar los músculos doloridos después de cada sesión.

Acupresión y acupuntura

Se ha demostrado que la acupuntura ayuda a los deportistas a recuperarse mejor después de hacer deporte. Acudir a un acupuntor profesional puede resultar bastante caro. Sin embargo, es posible tener una sesión de acupresión de bajo coste tumbándose en una esterilla de acupresión.

Estiramientos

Los estiramientos son controvertidos, sobre todo después de la sesión, ya que pueden agravar las microlesiones musculares al estirar el músculo. Por lo tanto, si tienes la costumbre de estirar después de hacer deporte, te aconsejamos que te lo tomes con calma.

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